En diversas provincias de Argentina se reportaron robos, vandalismo y profanación de iglesias.
Ante la crisis económica agudizada en el contexto COVID-19, este tipo de incidentes son más frecuentes y afectan también a templos de culto cristiano.
Limosnas, imágenes, copones – entre otros bienes – se convierten en objetos de valor para diversos grupos criminales. Muchas veces, además de profanaciones, los robos incluyen daños en la infraestructura, obligando a la cancelación temporal de servicios de cultos.
Esta situación se ha identificado en Neuquen, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Buenos Aires y Misiones, entre otros.